miércoles, 8 de abril de 2015

El Patronus


¿Hola? ¿Hola? ¡Dátil al habla! Tengo un teclado nuevo en el ordenador, uno de estos raros preparados para juegos, y, en fin, jugando no tengo ningún problema, pero a la hora de escribir... ¡Fu! Tengo que acostumbrarme.

Es muy raro esto de tardar tanto en escribir cada capitulo, me pasan tantas cosas cada día que se me olvida el resto. Así que estoy algo perdido, pero como recuerdo "ciertas cosas" que escribí en el último, tengo algo de miedo de releerlo. Voy a odiarme eternamente si lo hago.

Por cierto Lunática, no entiendo a que te refieres con eso de "por un momento se me olvido la edad de lily y james... fue horrible" James y Lily murieron con 21 años, por lo que, en el momento actual del fic, también tienen 21.

He estado descargando los siguientes libros, para tenerlos preparados para cuando lleguemos a ellos, y me he dado cuenta de lo diferentes que son las traducciones dependiendo del lugar donde son hechas y me he parado a pensar... A los que no habéis leído los libros siempre con esta traducción ¿no se os hace raro leerlo así? Aunque bueno, tal vez vosotros no hayáis leído estos libros miles de veces como para saberos las cosas casi de memoria... Pero aún así, dependiendo del lugar, el vocabulario es diferente... Que locura... ¿No se os hace incomodo leer la traducción de otro país?

Por cierto, antes de responder, varios habéis dicho en los comentarios cosas que me han hecho pensar que no sabéis sobre el primer beso de Harry... Entiendo que lo leísteis ya hace un tiempo, no pasa nada, culpa mía por no poder escribir, si queréis recordarlo solo tenéis que volver a leer un capitulo llamado "¡SALLY!". (Casi parece que estoy haciendo publicidad del cap por eso de que ha sido el capitulo que más me ha divertido escribir e.e)

Ahora sí, ha responder:

Ari-Black: ¿Harry y Molly juntos? ¿Como reaccionaría Arthur? ¿Que cara pondría Ginny al ver que la ignora a ella y se queda con su madre? ¿Que pasaría por la cabeza de Ron? ¡Es demasiado interesante! Y demasiado traumático, te entiendo.

Dandelion: El primer y el segundo beso de Harry aparecen en el capitulo "¡SALLY!" Si realmente te mueres por saberlo, deberías leerlo, no queremos que te mueras :c

Nuria13C: Sí, La Emperatriz de los Etereos es un libro genial, todo lo que escribe mi admirada Laura Gallego es genial. Si hubiese ido a la escuela con ella habría sido un increíble acosador y habría acabado encarcelado por investigar cerebros ajenos. Doy gracias por haber nacido años después. Sobre la vida de Lily... No se que decir. Yo tampoco me la imaginaba así. Ni siquiera se porque lo escrito. Pero en fin, a lo hecho... Barriga.

H.C. Bequer: ¡Feliz no cumpleaños! Es algo que tienes que celebrar, oye, es importante. Me alegro de que te haya gustado, y no, no sería chistoso que cogiera ahora y dejara de escrib





Ani Potterica: Si tus mejores amigos y tu prima lo dicen... Será que tienen razón, ¡Bienvenida al club de los Cazadores Sin Cabeza Olla! Tenemos galletitas, gatitos, lavadoras, naves espaciales... En realidad tenemos de todo. Menos ollas, claro.

Isabel Gonzalo Colmenar: ¡Gracias por la bienvenida a mi propio blog! No, en serio, se agradece. Si, la verdad es que ha sido un capitulo carente de sentido y donde he escrito lo que a mi mente le ha dado la gana. Aunque siempre hago eso... La diferencia es que no suelo escribir a las seis de la mañana, ¿como se me ocurre? Que pereza. Pero es que una vez me pongo lo que me da pereza es parar.

Mónica AngelofDeath: Ah... Lo del abecedario... ¿Quieres saberlo? xD Es bastante tonto en realidad. A mi no me gusta estudiar (nada de nada) pero, aún así, me encanta aprender. Así que, en internet, siempre me distraigo aprendiendo información sobre algo y acabo mirando otras cosas. Y ya conocemos como es internet. De buscar fotos de gatitos pequeñitos acabas en lugares que nunca habías pensado visitar. Y leyendo cosas que nunca habías esperado leer... D: 

LaurieAngel: Estos Harry y Ron... Siempre tan serios en los libros... Ya es hora de que salga a la luz su locura interior (que existe, no te quepa duda, están casi más locos que yo.. bueno, quizás no tanto). Me alegra seguir viéndote por aquí ^^

Lunática-obsesionada: ¿Por fin he logrado el rango <Vegetal>? ¡Ya era hora! Todos eso días cumpliendo las aburridas misiones de Don Lechugo han merecido la pena. Me alegro. ¿Que tienes en contra de que una pareja de 21 años tenga unas dulces relaciones sexuales? D: ¿No sabes quien es Sally? La chica estereotipo malvada que puse porque si, ¿recuerdas? La de la amortentia. La típica Gryffindor que debería ser Slytherin. Vale, entiendo, es un personaje tan clásico que lo has olvidado. No me extraña.

Alma: Yo también me alegro de haber vuelto. Y de que sea la hora del postre. Y de muchas otras cosas. 
Ser bombero suena como algo alucinante, ¿no? Es una de las cosas que me gustaría ser, junto a astronauta o superheroe. Pero sufren golpes emocionales muy duros. Se merecen más reconocimiento del que tienen.
¿Que por que he situado el fic en el quinto curso de Harry? Bueno, empecé a escribir esto principalmente por alcanzar el momento del sexto libro en el que Harry empieza a sentir cosas por Ginny, así que hacerlo cuando Harry tenía solo 12 años no tenía demasiado sentido, ya que no le interesaban para nada los romances y esas cosas. Hasta el final del cuarto libro Voldy no había resurgido, por lo que, al finalizar la lectura, el desenlace sería demasiado simple. Harry no sabía nada de la orden así que habría demasiadas personas que presentarle y muchas cosas que explicarle. Se que es una decisión cruel por mi parte, que Cedric sea el único que muera. Y me molesta. Pero no se me ha ocurrido nada mejor sin modificar la historia, lo siento. 
A decir verdad todo eso son excusas, simplemente me apetecía situar la historia en el quinto curso de Harry, nunca había pensado la razón.
¿No tienes a nadie que te prepare una sopa de pollo calentita? Eso es cruel. Tener a alguien que nos prepare sopa de pollo cuando estamos algo malitos debería ser un derecho humano.
Pd: Hoy no hay postdatas.
Pd2: ¿No es esa afirmación algo contradictoria?
Pd: ¡Calla Pd2! ¿Quien te ha dado vela en este entierro?
Pd2: ¡Es mi entierro! ¡Las velas son para mi!
Pd3: Ya, ya, calma. ¿Cuantas veces tengo que repetirte que las postadas no responden? No podremos continuar con el entierro hasta que no te des cuenta Pd2.
Pd2: Vale, vale, ya me muero, digo... ya me callo.
Pd: ¡Así me gusta! ¡Pa' dentro!
Pd4: Pido perdón por la confusa conversación entre posdatas. A Dátil a veces se la va un poco...
Pd: ¡Y que lo digas!
Pd3: ¡Calla ya! ¡Este también es tu entierro! ¡Es el de todos nosotros!
Pd5: ¿El mio también?
Pd3: Ahora sí, por hablar.
Pd5: Jo.
En fin, ya paro... Hay que ver lo bien que me lo paso yo solo...

Pasteles de arroz. Anémonas de mar. Benceno. ¡Benceno! 
Pasteles de arroz. Anémonas de mar. Benceno. ¡Benceno!

Todos los personajes y los fragmentos del libro original pertenecen a J.K. Rowling.


EL PATRONUS

Los primeros rayos de luz despertaron a Hermione de su dulce sueño donde los elfos domésticos eran completamente libres. Aunque, ahora que lo pensaba, si seguían siendo llamados elfos "domésticos", es que no eran completamente libres. Algo molesta, decidió levantarse y prepararse para desayunar.

Bajó las escaleras del cuarto de las chicas sin prisa, pensando en todo lo que el libro podía revelarles hoy. Esperaba (y casi rezaba por ello) que no fuera nada que volviese a hacer que James, Lily, Sirius y Remus lo pasaran mal. Al bajar las escaleras se encontró con Sally sentada en un sofá, mirando el fuego. Sola. Se mordió el labio algo molesta, se lo había ganado, pero aún así le molestaba un poco que estuviera así de sola. En fin, pensó con un suspiro, ya se calmaran las cosas en un tiempo y todo volverá a ser como antes.

Mientras se frotaba los ojos, algo soñolienta, alguien la abrazó por la espalda.

—Buenos días —le dijo una voz conocida demasiado cerca de ella—. ¿Que tal has dormido?

—¡Ro-Ron! —casi chilló, con el corazón latiendole con fuerza.

—Si reaccionas así vas a hacer que me avergüence de hacer estas cosas —dijo el pelirrojo girando la cabeza para que no pudiera verle ruborizarse.

Hermione sonrió y le cogió de la mano, con una gran sonrisa.

—Como sea, vamos a desayunar —dijo comenzando a caminar.

—Espera, ¿y Harry? —preguntó Ron extrañado.

—¿Hum? Ya vendrá por su cuenta —respondió Hermione sin dejar de caminar. Además, pensó Hermione, Harry también tenía a alguien que se moría por hacerle compañía.

Bajaron charlando alegremente hasta el comedor, sin soltarse las manos ni para sentarse. Ron sintió que si tenía que soltarla para poder desayunar, la comida no merecía la pena.

Harry y Ginny bajaron minutos después, y a Ron no le gustó para nada como Harry miraba a su hermana ni como esta reía las tonterías que decía su amigo, pero decidió ignorarlo.

—¿Has vuelto a escabullirte a las cocinas por la noche? —le preguntó Harry extrañado al ver que su amigo no estaba comiendo nada. Ron simplemente rió y se dispuso a desayunar.

Cuando la hora del desayuno hubo acabado Dumbledore preparó el comedor para continuar con la lectura.

—Hoy me he levantado con ganas de leer —anunció el director—. Así que permitidme comenzar. Pido perdón si ha alguien también le han entrado ganas de leer. Luego tendrá tiempo de hacerlo. Comencemos: El Patronus.

Lily sonrió, suponiendo que en este capitulo Remus iba a INTENTAR enseñarle a conjurar un patronus a Harry.

(Daitnota: Lo mejor de escribir mi propio fic en mi propio blog es que puedo hacerlo como me de la gana, si quiero acentuar una palabra puedo ponerla en mayúsculas o en negrita, puedo poner notas donde y cuando me de la gana, y puedo escribir lo que me de la gana. La libertad es algo increíble, ¿Verdad, Dobby?)

Harry sabía que la intención de Hermione había sido buena, pero eso no le impidió enfadarse con ella. Había sido propie­tario de la mejor escoba del mundo durante unas horas y, por culpa de Hermione, ya no sabía si la volvería a ver. Estaba seguro de que no le ocurría nada a la Saeta de Fuego, pero ¿en qué estado se encontraría después de pasar todas las pruebas antihechizos?

Muchos comprendían como se sentía Harry pero, aún así, sabían que Hermione había sido la correcta.

Ron también estaba enfadado con Hermione. En su opi­nión, desmontar una Saeta de Fuego completamente nueva era un crimen. Hermione, que seguía convencida de que ha­bía hecho lo que debía, comenzó a evitar la sala común. Harry y Ron supusieron que se había refugiado en la biblio­teca y no intentaron persuadirla de que saliera de allí. 


Ambos se disculparon inmediatamente con ella, algo que Hermione agradeció de forma sincera.

Se alegraron de que el resto del colegio regresara poco después de Año Nuevo y la torre de Gryffindor volviera a estar aba­rrotada de gente y de bullicio.

Wood buscó a Harry la noche anterior al comienzo de las clases.

—¿Qué tal las Navidades? —preguntó. Y luego, sin es­perar respuesta, se sentó, bajó la voz y dijo—: He estado me­ditando durante las vacaciones, Harry. Después del último partido, ¿sabes? Si los dementores acuden al siguiente... no nos podemos permitir que tú... bueno...

Wood se quedó callado, con cara de sentirse incómodo.

—Estoy trabajando en ello —dijo Harry rápidamen­te—. El profesor Lupin me dijo que me daría unas clases para ahuyentar a los dementores. Comenzaremos esta semana. Dijo que después de Navidades estaría menos ata­reado.

James y Lily se miraron, era obvio que Harry no iba a poder aprender el conjuro Patronus, entonces... ¿volvería Harry a caer de la escoba por culpa de los dementores?

—Ya —dijo Wood. Su rostro se animó—. Bueno, en ese caso... Realmente no quería perderte como buscador; Harry. ¿Has comprado ya otra escoba?

—No —contestó Harry.

—¿Cómo? Pues será mejor que te des prisa. No puedes montar en esa Estrella Fugaz en el partido contra Ravenclaw.

—Le regalaron una Saeta de Fuego en Navidad —dijo Ron.

—¿Una Saeta de Fuego? ¡No! ¿En serio? ¿Una Saeta de Fuego de verdad?

Muchos sonrieron al imaginarse la expresión de Oliver en esos momentos.

—No te emociones, Oliver —dijo Harry con tristeza—. Ya no la tengo. Me la confiscaron. —Y explicó que estaban revisando la Saeta de Fuego en aquellos instantes.

—¿Hechizada? ¿Por qué podría estar hechizada?

—Sirius Black —explicó Harry sin entusiasmo—. Pare­ce que va detrás de mí. Así que McGonagall piensa que él me la podría haber enviado.

Desechando la idea de que un famoso asesino estuviera interesado por la vida de su buscador; Wood dijo:

—¡Pero Black no podría haber comprado una Saeta de Fuego! Es un fugitivo. Todo el país lo está buscando. ¿Cómo podría entrar en la tienda de Artículos de Calidad para el Juego del Quidditch y comprar una escoba?

Muchos miraron a Sirius impresionados, ¿como la había comprado? Pero Sirius no respondió. Sacó pecho y se lo golpeó con fuerza, satisfecho con su hazaña. 

—Ya lo sé. Pero aun así, McGonagall quiere desmontarla.

Wood se puso pálido.

—Iré a hablar con ella, Harry —le prometió—. La haré entrar en razón... Una Saeta de Fuego... ¡una auténtica Sae­ta de Fuego en nuestro equipo! Ella tiene tantos deseos como nosotros de que gane Gryffindor... La haré entrar en razón... ¡Una Saeta de Fuego...!


Las clases comenzaron al día siguiente. Lo último que de­seaba nadie una mañana de enero era pasar dos horas en una fila en el patio, pero Hagrid había encendido una hogue­ra de salamandras, para su propio disfrute, y pasaron una clase inusualmente agradable recogiendo leña seca y hoja­rasca para mantener vivo el fuego, mientras las salaman­dras, a las que les gustaban las llamas, correteaban de un lado para otro de los troncos incandescentes que se iban des­moronando. 


Hagrid sonrió, algo satisfecho al escuchar que Harry había considerado esa clase agradable.

La primera clase de Adivinación del nuevo tri­mestre fue mucho menos divertida. La profesora Trelawney les enseñaba ahora quiromancia y se apresuró a informar a Harry de que tenía la línea de la vida más corta que había visto nunca.

Lily arrugó su cara, molesta y harta de que le dijeran ese tipo de cosas a su hijo.

A la que Harry tenía más ganas de acudir era a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Después de la conver­sación con Wood, quería comenzar las clases contra los dementores tan pronto como fuera posible.

—Ah, sí —dijo Lupin, cuando Harry le recordó su pro­mesa al final de la clase—. Veamos... ¿qué te parece el jueves a las ocho de la tarde? El aula de Historia de la Magia será bastante grande... Tendré que pensar detenidamente en esto... No podemos traer a un dementor de verdad al castillo para practicar...

—Más te vale no hacerlo, Remus —dijo Lily muy seria, entonces frunció el ceño, pensativa—. Mas te vale no haberlo hecho, Remus —se corrigió.


—Aún parece enfermo, ¿verdad? —dijo Ron por el pasi­llo, camino del Gran Comedor—. ¿Qué crees que le pasa?

Oyeron un «chist» de impaciencia detrás de ellos. Era Hermione, que había estado sentada a los pies de una arma­dura, ordenando la mochila, tan llena de libros que no se ce­rraba.

—¿Por qué nos chistas? —le preguntó Ron irritado.

—Por nada —dijo Hermione con altivez, echándose la mochila al hombro.

—Por algo será —dijo Ron—. Dije que no sabía qué le ocurría a Lupin y tú...

—Bueno, ¿no es evidente? —dijo Hermione con una mi­rada de superioridad exasperante.

—Si no nos lo quieres decir, no lo hagas —dijo Ron con brusquedad.

—Vale —respondió Hermione, y se marchó altivamente.

—No lo sabe —dijo Ron, siguiéndola con los ojos y resen­tido—. Sólo quiere que le volvamos a hablar.

—No habéis cambiado nada —dijo Harry algo divertido.

—Bueno —dijo Ginny observando como las manos de ambos estaban entrelazadas bajo la mesa—. Algunas cosas si que han cambiado.

A las ocho de la tarde del jueves, Harry salió de la torre de Gryffindor para acudir al aula de Historia de la Magia. Cuando llegó estaba a oscuras y vacía, pero encendió las lu­ces con la varita mágica y al cabo de cinco minutos apareció el profesor Lupin, llevando una gran caja de embalar que puso encima de la mesa del profesor Binn.

Muchos comenzaron a prestar más atención, curiosos.

—¿Qué es? —preguntó Harry.

—Otro boggart —dijo Lupin, quitándose la capa—. 


—¡Que buena idea! —le dijo James a Remus, muy aliviado de que no practicaran con dementores de verdad. Que suerte que el boggart de Harry fuese un dementor.

He estado buscando por el castillo desde el martes y he tenido la suerte de encontrar éste escondido dentro del archivador del señor Filch. Es lo más parecido que podemos encontrar a un auténtico dementor. El boggart se convertirá en dementor cuando te vea, de forma que podrás practicar con él. Puedo guardarlo en mi despacho cuando no lo utilicemos, bajo mi mesa hay un armario que le gustará.

—De acuerdo —dijo Harry, haciendo como que no era aprensivo y satisfecho de que Lupin hubiera encontrado un sustituto de un dementor de verdad.

—Así pues... —el profesor Lupin sacó su varita mágica e indicó a Harry que hiciera lo mismo—. El hechizo que trataré de enseñarte es magia muy avanzada... Bueno, muy por encima del Nivel Corriente de Embrujo. Se llama «encanta­miento patronus».

—¿Cómo es? —preguntó Harry, nervioso.

—Bueno, cuando sale bien invoca a un patronus para que se aparezca —explicó Lupin— y que es una especie de antidementor; un guardián que hace de escudo entre el dementor y tú.

Muchos abrieron los ojos impresionados, sonaba como algo alucinante.

Harry se imaginó de pronto agachado tras alguien del tamaño de Hagrid que empuñaba una porra gigantesca. 


Muchos, incluido el propio Hagrid, rieron con ganas.

El profesor Lupin continuó:

—El patronus es una especie de fuerza positiva, una pro­yección de las mismas cosas de las que el dementor se alimenta: esperanza, alegría, deseo de vivir... y no puede sentir desesperación como los seres humanos, de forma que los dementores no lo pueden herir. Pero tengo que advertirte, Harry, de que el hechizo podría resultarte excesivamente avanzado. Muchos magos cualificados tienen dificultades con él.

Los profesores asintieron varias veces, si fuese un conjuro sencillo se lo habrían enseñado a todos los alumnos ese año.

—¿Qué aspecto tiene un patronus? —dijo Harry con cu­riosidad.

—Es según el mago que lo invoca.

—¿Y cómo se invoca?

—Con un encantamiento que sólo funcionará si te con­centras con todas tus fuerzas en un solo recuerdo de mucha alegría.

Harry intentó recordar algo alegre. Desde luego, nada de lo que le había ocurrido en casa de los Dursley le serviría. Al final recordó el instante en que por primera vez montó en una escoba.

—No va a ser suficiente —comentó Lily.

—Ya —dijo, intentando recordar lo más exactamente posible la maravillosa sensación de vértigo que había notado en el estómago.

—El encantamiento es así —Lupin se aclaró la gargan­ta—: ¡Expecto patronum!

—¡Expecto patronum! —repitió Harry entre dientes—. ¡Expecto patronum!

—¿Te estás concentrando con fuerza en el recuerdo feliz?

—Sí... —contestó Harry, obligando a su mente a que re­trocediese hasta aquel primer viaje en escoba—. Expecto pa­trono, no, patronum... perdón... ¡Expecto patronum! ¡Expecto patronum!

De repente, como un chorro, surgió algo del extremo de su varita. Era como un gas plateado.

—¿En serio a salido algo? —preguntó Tonks impresionada—. ¿En su primer intento?

—¿Lo ha visto? —preguntó Harry entusiasmado—. ¡Algo ha ocurrido!

Snape no pudo evitar sonreir al imaginarse al pequeño Harry de doce años emocionado por su hazaña. Claro que al darse cuenta de lo que había hecho bufó molesto y volvió a mostrarse impasible. Una cosa era darse cuenta de que había estado equivocado, y otra muy distinta era tener pensamientos afectivos hacia Potter.

—Muy bien —dijo Lupin sonriendo—. Bien, entonces... ¿estás preparado para probarlo en un dementor?

—Sí —dijo Harry, empuñando la varita con fuerza y yen­do hasta el centro del aula vacía. Intentó mantener su pensa­miento en el vuelo con la escoba, pero en su mente había otra cosa que trataba de introducirse... Tal vez en cualquier ins­tante volviera a oír a su madre... Pero no debía pensar en ello o volvería a oírla realmente, y no quería... ¿o sí quería?

—¿Harry? —preguntó Ginny algo asustada.

Lupin cogió la tapa de la caja de embalaje y tiró de ella. Un dementor se elevó despacio de la caja, volviendo hacia Harry su rostro encapuchado. Una mano viscosa y llena de pústulas sujetaba la capa.

Las luces que había en el aula parpadearon hasta apa­garse. El dementor salió de la caja y se dirigió silenciosa­mente hacia Harry, exhalando un aliento profundo y vibran­te. Una hola de intenso frío se extendió sobre él.

—¡Expecto patronum! —gritó Harry—. ¡Expecto patro­num! ¡Expecto. ..!

Pero el aula y el dementor desaparecían. Harry cayó de nuevo a través de una niebla blanca y espesa, y la voz de su madre resonó en su cabeza, más fuerte que nunca...

Muchos tragaron saliva, incómodos.

—¡A Harry no! ¡A Harry no! Por favor... haré cualquier cosa...

—A un lado... hazte a un lado, muchacha...

James tenía la vista fija en el suelo, castigándose mentalmente por no haber sido capaz de salvarla. ¿En serio no había ninguna forma de salvar a todos?

—¡Harry!

Harry volvió de pronto a la realidad. Estaba boca arriba, tendido en el suelo. Las luces del aula habían vuelto a encen­derse. No necesitó preguntar qué era lo que había ocurrido.

—Lo siento —musitó, incorporándose y notando un su­dor frío que le corría por detrás de las gafas.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó Lupin.

—Sí...

Para levantarse, Harry se apoyó primero en un pupitre y luego en Lupin.

—Toma. —Lupin le ofreció una rana de chocolate—. Có­metela antes de que volvamos a intentarlo. No esperaba que lo consiguieras la primera vez. Me habría impresionado mu­cho que lo hubieras hecho.

—Cada vez es peor —musitó Harry, mordiendo la cabeza de la rana—. Esta vez la he oído más alto aún. Y a él... a Voldemort...

Lupin estaba más pálido de lo habitual.

—No me extraña —comentó Sirus, también muy pálido.

—Harry, si no quieres continuar; lo comprenderé perfec­tamente...

Ron y Hermione se miraron y rodaron los ojos, completamente seguros de cual iba a ser la respuesta de Harry.

—¡Sí quiero! —dijo Harry con energía, metiéndose en la boca el resto de la rana—. ¡Tengo que hacerlo! ¿Y si los dementores vuelven a presentarse en el partido contra Raven­claw? No puedo caer de nuevo. ¡Si perdemos este partido, ha­bremos perdido la copa de quidditch!

—La gente normal se preocuparía primero por su vida —comentó Cho divertida.

—Y es por eso que la gente normal puede ser buscadora de Ravenclaw, pero no de Gryffindor —contestó Wood.

—Tampoco tienes por que ser tan grosero, Wood —le dijo Harry con firmeza, ganándose una sonrisa por parte de la joven Ravenclaw.

—No le hagas caso —le dijo Percy a Cho—. Solo sigue picado porque le ganamos en el partido de quidditch.

—De acuerdo, entonces... —dijo Lupin—. Tal vez quie­ras seleccionar otro recuerdo feliz. Quiero decir; para con­centrarte. Ése no parece haber sido bastante poderoso...

Harry pensó intensamente y recordó que se había senti­do muy contento cuando, el año anterior; Gryffindor había ganado la Copa de las Casas. Empuñó otra vez la varita má­gica y volvió a su puesto en mitad del aula.

—Tampoco va a ser suficiente —comentó Remus—. Tiene que ser algo mucho más feliz.

—Em... ¿Remus? —dijo Harry—. Creo que te olvidas de que eso ya ha pasado.

—¿Preparado? —preguntó Lupin, cogiendo la tapa de la caja.

—Preparado —dijo Harry, haciendo un gran esfuerzo por llenarse la cabeza de pensamientos alegres sobre la vic­toria de Gryffindor; y no con pensamientos oscuros sobre lo que iba a ocurrir cuando la caja se abriera.

—¡Ya! —dijo Lupin, levantando la tapa.

El aula volvió a enfriarse y a quedarse a oscuras. El dementor avanzó con su violenta respiración, abriendo una mano putrefacta en dirección a Harry.

—¡Expecto patronum! —gritó Harry—. ¡Expecto patro­num! ¡Expecto pat...!

Una niebla blanca le oscureció el sentido. En tomo a él se movieron unas formas grandes y borrosas... Luego oyó una voz nueva, de hombre, que gritaba aterrorizado:

—¡Lily, coge a Harry y vete! ¡Es él! ¡Vete! ¡Corre! Yo lo detendré.

El corazón de Lily latía con fuerza, había permitido que James se sacrificara por ellos... Bueno, lo había respetado porque se trataba de salvar a Harry pero... No. No. No. No podía permitir que eso pasara. Y sabía que tenía que pasar, y que tenía que dejar que pasara, pero era tan difícil...

El ruido de alguien dentro de una habitación, una puer­ta que se abría de golpe, una carcajada estridente.

—¡Harry! Harry, despierta...

Lupin le abofeteaba las mejillas. Esta vez le costó un mi­nuto comprender por qué estaba tendido en el suelo polvo­riento del aula.

—He oído a mi padre —balbuceó Harry—. Es la primera vez que lo oigo. Quería enfrentarse a Voldemort para que a mi madre le diera tiempo de escapar.

Harry notó que en su rostro había lágrimas mezcladas con el sudor. Bajó la cabeza todo lo que pudo para limpiarse las lágrimas con la túnica, haciendo como que se ataba el cordón del zapato, para que Lupin no se diera cuenta de que había llorado.

James atrajo a su hijo hacia el y comenzó a acariciarle el pelo, sin darse cuenta de que su hijo tenía ya quince años y ese tipo de cosas, por lo menos delante de toda la escuela, le avergonzaban.

—¿Has oído a James? —preguntó Lupin con voz extraña.

—Sí... —Con la cara ya seca, volvió a levantar la vista—. ¿Por qué? Usted no conocía a mi padre, ¿o sí?

Los merodeadores rieron brevemente por lo estúpido que les sonaba esa pregunta.

—Lo... lo conocí, sí —contestó Lupin—. Fuimos amigos en Hogwarts. Escucha, Harry. Tal vez deberíamos dejarlo por hoy Este encantamiento es demasiado avanzado... No debería haberte puesto en este trance...

Lily asintió con tristeza, no le gustaba que su hijo no tuviera forma de defenderse de los dementores, pero sabía que había cosas que ni Harry Potter podía conseguir.

—No —repuso Harry. Se volvió a levantar—. ¡Lo volveré a intentar! No pienso en cosas bastante alegres, por eso... ¡espere!

Malfoy no pudo evitar admirar a Harry. Podía ser verdad que, en muchos aspectos, tuviera suerte, y podía ser verdad que, como le había explicado su padre, el fuera un humano mediocre con los poderes del señor tenebroso, pero, y era algo innegable, Harry era una persona muy perseverante, que no se detenía hasta alcanzar sus objetivos. Y era eso lo que lo hacía alguien increíble. No su cicatriz. Malfoy rió el solo, había pasado de odiar a Potter a admirarlo, se le hacía raro.

Hizo un gran esfuerzo para pensar. Un recuerdo muy fe­liz..., un recuerdo que pudiera transformarse en un patro­nus bueno y fuerte...

¡El momento en que se enteró de que era un mago y de que tenía que dejar la casa de los Dursley para ir a Hog­warts! Si eso no era un recuerdo feliz, entonces no sabía qué podía serlo.

James sonrió, satisfecho.

Concentrado en los sentimientos que lo habían embargado al enterarse de que se iría de Privet Drive, Harry se levantó y se puso de nuevo frente a la caja de embalaje.

—¿Preparado? —dijo Lupin, como si fuera a obrar en contra de su criterio—. ¿Te estás concentrando bien? De acuerdo. ¡Ya!

Todos en la sala se pusieron tensos.

Levantó la tapa de la caja por tercera vez y el dementor volvió a salir de ella. El aula volvió a enfriarse y a oscurecerse.

—¡EXPECTO PATRONUM! —gritó Harry—. ¡EXPECTO PATRONUM! ¡EXPECTO PATRONUM!

De nuevo comenzaron los gritos en la mente de Harry, salvo que esta vez sonaban como si procedieran de una radio mal sintonizada. El sonido bajó, subió y volvió a bajar... To­davía seguía viendo al dementor. Se había detenido... Y lue­go, una enorme sombra plateada salió con fuerza del extremo de la varita de Harry y se mantuvo entre él y el dementor; 

Muchos abrieron los ojos todo lo que pudieron, asombrados.

y aunque Harry sentía sus piernas como de mantequilla, se­guía de pie, sin saber cuánto tiempo podría aguantar.

—¡Riddíkulo! —gritó Lupin, saltando hacia delante.

—¡Genial Harry! —dijo Sirius tan asombrado como el resto.

—¡Sirius tardó una semana entera en conseguir ese primer paso! —dijo James emocionado—. Mi hijo es mucho más hábil que tu, Canuto, admiralo y arrodillate ante el.

—Oh, por favor, todos sabemos que si es tan hábil es porque soy su padrino, si Remus hubiese sido su padrino nada de esto habría pasado.

—Es mi hijo, y Remus fue quien le enseñó —replicó James—. Eres tu el único que no tiene nada que ver.

—Pero...

—Ríndete, Sirius, no hay nada que puedas hacer.

—Jo.

Se oyó un fuerte crujido y el nebuloso patronus se desva­neció junto con el dementor. Harry se derrumbó en una silla, con las piernas temblando, tan cansado como si acabara de correr varios kilómetros. Por el rabillo del ojo vio al profesor Lupin obligando con la varita al boggart a volver a la caja de embalaje. Se había vuelto a convertir en una esfera plateada.

—¡Estupendo! —dijo Lupin, yendo hacia donde estaba Harry sentado—. ¡Estupendo, Harry! Ha sido un buen prin­cipio.

—¿Podemos volver a probar? Sólo una vez más.

Lily y James se miraron sonriendo, su hijo era alguien increíble.

—Ahora no —dijo Lupin con firmeza—. Ya has tenido bastante por una noche. Ten...

Ofreció a Harry una tableta del mejor chocolate de Ho­neydukes.

Muchos miraron a Harry con envidia, aunque sabía que se lo merecía.

—Cómetelo todo o la señora Pomfrey me matará. ¿El jueves que viene a la misma hora?

—Vale —dijo Harry. Dio un mordisco al chocolate y vio que Lupin apagaba las luces que se habían encendido con la desaparición del dementor. Se le acababa de ocurrir algo—: ¿Profesor Lupin? —preguntó—. Si conoció a mi padre, tam­bién conocería a Sirius Black.

Muchos tragaron saliva, tensos, esperando que no volviese a aparecer ninguna situación que complicara las cosas.

Lupin se volvió con rapidez:

—¿Qué te hace pensar eso? —dijo severamente.

—Nada. Quiero decir... me he enterado de que eran ami­gos en Hogwarts.

El rostro de Lupin se calmó.

—Sí, lo conocí —dijo lacónicamente—. O creía que lo co­nocía. Será mejor que te vayas, Harry. Se hace tarde.

Nadie dijo nada.

Harry salió del aula, atravesó el corredor; dobló una es­quina, dio un rodeo por detrás de una armadura y se sentó en la peana para terminar el chocolate, lamentando haber mencionado a Black, dado que a Lupin, obviamente, no le había hecho gracia. Luego volvió a pensar en sus padres.

Se sentía extrañamente vacío, a pesar de haber comido tanto chocolate. Aunque era terrible oír dentro de su cabeza los últimos instantes de vida de sus padres, eran las únicas ocasiones en que había oído sus voces, desde que era muy pe­queño. Nunca sería capaz de crear un patronus de verdad si en parte deseaba volver a oír la voz de sus padres...

Muchos miraron a Harry sin saber que expresión poner, ya que no eran capaces de comprender como se había sentido.

—Están muertos —se dijo con firmeza—. Están muer­tos y volver a oír el eco de su voz no los traerá a la vida. Será mejor que me controle si quiero la copa de quidditch.

James y Lily asintieron varias veces, eso era lo más sano.

Se puso en pie, se metió en la boca el último pedazo de chocolate y volvió hacia la torre de Gryffindor.


Ravenclaw jugó contra Slytherin una semana después del comienzo del trimestre. Slytherin ganó, aunque por muy poco. Según Wood, eran buenas noticias para Gryffindor; que se colocaría en segundo puesto si ganaba también a Raven­claw. Por lo tanto, aumentó los entrenamientos a cinco por semana. 

Muchos suspiraron, cansados con solo imaginarlo.

Esto significaba que, junto con las clases antide­mentores de Lupin, que resultaban más agotadoras que seis sesiones de entrenamiento de quidditch, a Harry le quedaba tan sólo una noche a la semana para hacer todos los deberes. Aun así, no parecía tan agobiado como Hermione, a la que le afectaba la inmensa cantidad de trabajo. Cada noche, sin ex­cepción, veían a Hermione en un rincón de la sala común, con varias mesas llenas de libros, tablas de Aritmancia, dic­cionarios de runas, dibujos de muggles levantando objetos pesados y carpetas amontonadas con apuntes extensísi­mos. Apenas hablaba con nadie y respondía de malos modos cuando alguien la interrumpía.

Muchos la miraron impresionado.

—Aún sabiendo como ibas a todas las clases sigo sin entender como fuiste capaz de hacerlo todo —comentó Harry.

—No fui capaz de hacerlo todo —se lamentó Hermione—. No pude con adivinación...

—No le des vueltas a esa tonteria, la profesora Trelawney no te merecía como alumna —le aseguró Ron.

—¿Cómo lo hará? —le preguntó Ron a Harry una tarde, mientras el segundo terminaba un insoportable trabajo para Snape sobre Venenos indetectables. Harry alzó la vista. A Her­mione casi no se la veía detrás de la torre de libros.

—¿Cómo hará qué?

—Ir a todas las clases —dijo Ron—. Esta mañana la oí hablar con la profesora Vector, la bruja que da Aritmancia. Hablaban de la clase de ayer. Pero Hermione no pudo ir, porque estaba con nosotros en Cuidado de Criaturas Mágicas. Y Ernie McMillan me dijo que no ha faltado nunca a una clase de Estudios Muggles. Pero la mitad de esas clases coinciden con Adivinación y tampoco ha faltado nunca a éstas.

Muchos fruncieron el ceño, sin encontrar ninguna posible razón para algo tan loco. Para que pudiera pasar algo así... ¡Harían falta dos Hermiones!

Harry no tenía tiempo en aquel momento para indagar el misterio del horario imposible de Hermione. Tenía que seguir con el trabajo para Snape. Dos segundos más tarde volvió a ser interrumpido, esta vez por Wood.

—Malas noticias, Harry. Acabo de ver a la profesora McGonagall por lo de la Saeta de Fuego. Ella... se ha puesto algo antipática conmigo. Me ha dicho que mis prioridades están mal. Piensa que me preocupa más ganar la copa que tu vida. Sólo porque le dije que no me importaba que la esco­ba te tirase al suelo, siempre que cogieras la snitch. 

Varios abrieron la boca sorprendidos mientras muchos negaban con la cabeza suspirando, Wood y su rara forma de pensar...

—Wood sacudió la cabeza con incredulidad—. Realmente, por su for­ma de gritarme... cualquiera habría pensado que le había di­cho algo terrible. 

—Que nadie diga nada —pidió Oliver. Ahora que todo era leído en voz alta era capaz de ver lo feo de sus palabras.

Luego le pregunté cuánto tiempo la tendría todavía. —Hizo una mueca e imitó la voz de la profesora McGonagall—: «El tiempo que haga falta, Wood.» Me parece que tendrás que pedir otra escoba, Harry. Hay un cupón de pedido en la última página de El mundo de la escoba. Po­drías comprar una Nimbus 2.001 como la que tiene Malfoy.

—Ni se te ocurra comprar la misma escoba que Malfoy —le dijeron Tonks, Sirius, Ginny y James al unisono.

—No voy a comprar nada que le guste a Malfoy —dijo taxativamente.

Los anteriormente nombrados asintieron varias veces, satisfechos.


Enero dio paso a febrero sin que se notara, persistiendo en el mismo frío glaciar. El partido contra Ravenclaw se aproxi­maba, pero Harry seguía sin solicitar otra escoba. Al final de cada clase de Transformaciones, le preguntaba a la profeso­ra McGonagall por la Saeta de Fuego, Ron expectante junto a él, Hermione pasando a toda velocidad por su lado, con la cara vuelta.

—No, Potter; todavía no te la podemos devolver —le dijo la profesora McGonagall el duodécimo día de interrogatorio, antes de que el muchacho hubiera abierto la boca—. Hemos comprobado la mayoría de los hechizos más habituales, pero el profesor Flitwick cree que la escoba podría tener un male­ficio para derribar al que la monta. En cuanto hayamos ter­minado las comprobaciones, te lo diré. Ahora te ruego que de­jes de darme la lata.

—¿No sería más facil que le dejaraís montarla? Si la escoba le derriba es que tenía un maleficio de esos —dijo Ron con sabiduría.

—Emm... ¿Ron? —preguntó Hermione.

—Vale, vale, no he dicho nada —dijo Ron al pensar en lo que había dicho—. A veces soy un poco idiota.

—¿A veces? —preguntó Harry alzando una ceja.

—Oh, cállate —dijo Ron molesto.

Para empeorar aún más las cosas, las clases antidemen­tores de Harry no iban tan bien como esperaba, ni mucho me­nos. Después de varias sesiones, era capaz de crear una som­bra poco precisa cada vez que el dementor se le acercaba, pero su patronus era demasiado débil para ahuyentar al demen­tor. Lo único que hacía era mantenerse en el aire como una nube semitransparente, vaciando de energía a Harry mien­tras éste se esforzaba por mantenerlo.

—Eso ya es mucho —le aseguró la profesora McGonagall.

Harry estaba enfadado consigo mismo. Se sentía culpable por su secreto deseo de volver a oír las voces de sus padres.

—Esperas demasiado de ti mismo —le dijo severamente el profesor Lupin en la cuarta semana de prácticas—. Para un brujo de trece años, incluso un patronus como éste es una hazaña enorme. 

Muchos asintieron, muy de acuerdo.

Ya no te desmayas, ¿a que no?

—Creí que el patronus embestiría contra los dementores —dijo Harry desalentado—, que los haría desaparecer...

—El verdadero patronus los hace desaparecer —contes­tó Lupin—. Pero tú has logrado mucho en poco tiempo. Si los dementores hacen aparición en tu próximo partido de quid­ditch, serás capaz de tenerlos a raya el tiempo necesario para volver al juego.

—Usted dijo que es más dificil cuando hay muchos —re­puso Harry

—Tengo total confianza en ti —aseguró Lupin sonrien­do—. Toma, te has ganado una bebida. Esto es de Las Tres Escobas y supongo que no lo habrás probado antes...

Sacó dos botellas de su maletín.

—¡Cerveza de mantequilla! —exclamó Harry irreflexi­vamente—. Sí, me encanta. 

—¡Harry! —le riñeron muchos, por hablar más de lo que debería.

—Tenía trece años, ¿vale? —protestó el azabache, molesto.

—Lupin alzó una ceja—. Bue­no... Ron y Hermione me trajeron algunas cosas de Hogsmeade —mintió Harry a toda prisa.

Sirius asintió varias veces, al ser a Remus a quien se lo estaba diciendo, con eso bastaba.

—Ya veo —dijo Lupin, aunque parecía algo suspicaz—. Bien, bebamos por la victoria de Gryffindor contra Raven­claw. Aunque en teoría, como profesor no debo tomar parti­do —añadió inmediatamente.

Lily negó con la cabeza, algo divertida, y contenta por la relación alumno-profesor que tenían su hijo y Remus.

Bebieron en silencio la cerveza de mantequilla, hasta que Harry mencionó algo en lo que llevaba algún tiempo me­ditando.

—¿Qué hay debajo de la capucha de un dementor?

El profesor Lupin, pensativo, dejó la botella.

—Mmm..., bueno, los únicos que lo saben no pueden de­cimos nada. El dementor sólo se baja la capucha para utili­zar su última arma.

—¿Cuál es?

Algunos incluso temblaron al imaginarlo. Era algo terrible.

—Lo llaman «Beso del dementor» —dijo Lupin con una amarga sonrisa—. Es lo que hacen los dementores a aque­llos a los que quieren destruir completamente. Supongo que tendrán algo parecido a una boca, porque pegan las mandíbulas a la boca de la víctima y... le sorben el alma.

Muchos tragaron saliva, asustados.

Harry escupió, sin querer; un poco de cerveza de mante­quilla.

—¿Las matan?

—No —dijo Lupin—. Mucho peor que eso. Se puede vivir sin alma, mientras sigan funcionando el cerebro y el co­razón. Pero no se puede tener conciencia de uno mismo, ni memoria, ni nada. No hay ninguna posibilidad de recuperarse. Uno se limita a existir. Como una concha vacía. Sin alma, perdido para siempre. —Lupin bebió otro trago de cerveza de mantequilla y siguió diciendo—: Es el destino que le espe­ra a Sirius Black. Lo decía El Profeta esta mañana. El Minis­terio ha dado permiso a los dementores para besarlo cuando lo encuentren.

Los más allegados a este palidecieron solo con pensarlo.

Harry se quedó abstraído unos instantes, pensando en la posibilidad de sorber el alma por la boca de una persona. Pero luego pensó en Black.

—Se lo merece —dijo de pronto.

Sirius cerró los ojos, sabía cual era la visión de Harry en ese momento, y también sabía que ya estaba todo bien, pero no podía impedir que, aunque no fuese demasiado, le doliera.

—¿Eso piensas? —dijo, como sin darle importancia—. ¿De verdad crees que alguien se merece eso?

—Sí —dijo Harry con altivez—. Por varios motivos.

Le habría gustado hablar con Lupin sobre la conversación que había oído en Las Tres Escobas, sobre Black traicio­nando a sus padres, aunque aquello habría supuesto revelar que había ido a Hogsmeade sin permiso. Y sabía que a Lupin no le haría gracia. De forma que terminó su cerveza de mantequilla, dio a Lupin las gracias y salió del aula de Historia de la Magia.

Harry casi se arrepentía de haberle preguntado qué ha­bía debajo de la capucha de un dementor. La respuesta había sido tan horrible y lo había sumido hasta tal punto en horribles pensamientos sobre almas sorbidas que se dio de bruces con la profesora McGonagall mientras subía por las escaleras.

—Mira por dónde vas, Potter.

—Lo siento, profesora.

—Fui a buscarte a la sala común de Gryffindor. Bueno, aquí la tienes. Hemos hecho todas las comprobaciones y pa­rece que está bien. En algún lugar tienes un buen amigo, Potter.

—¡Genial! —dijeron muchos emocionados.

—¡Te quiero Sirius! —dijo James abalanzándose sobre su mejor amigo, provocando que ambos cayeran al suelo.

Harry se quedó con la boca abierta. La profesora McGo­nagall sostenía su Saeta de Fuego, que tenía un aspecto tan magnífico como siempre.

—¿Puedo quedármela? —dijo Harry con voz desmaya­da—. ¿De verdad?

—De verdad —dijo sonriendo la profesora McGona­gall—. Tendrás que familiarizarte con ella antes del partido del sábado, ¿no? Haz todo lo posible por ganar; porque si no quedaremos eliminados por octavo año consecutivo, como me acaba de recordar muy amablemente el profesor Snape.

Snape no pudo evitar sonreir divertido, algo satisfecho con su anterior yo.

Harry subió por las escaleras hacia la torre de Gryffin­dor; sin habla, llevando la Saeta de Fuego. Al doblar una es­quina, vio a Ron, que se precipitaba hacia él con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Te la ha dado? ¡Estupendo! ¿Me dejarás que monte en ella? ¿Mañana?

—Sí, por supuesto —respondió Harry con un entusias­mo que no había experimentado desde hacía un mes—. Tendríamos que hacer las paces con Hermione. Sólo quería ayudar...

—Sí, de acuerdo. Está en la sala común, trabajando, para variar.

Los tres sonrieron. De nuevo volvería a estar todo como tenía que estar.

Llegaron al corredor que llevaba a la torre de Gryffin­dor; y vieron a Neville Longbottom que suplicaba a sir Cado­gan que lo dejara entrar.

—Las escribí, pero se me deben de haber caído en algu­na parte.

Neville bajó la cabeza, algo avergonzado, mientras sus padres reían y su abuela mascullaba algunas tonterías sobre la irresponsabilidad y las terribles consecuencias que podía acarrear.

—Vamos mama, ¿que puede pasar porque pierda la hija esa? ¿que algún alumno de otra casa quiera hacer el gamberro e intente entrar en la sala común de Gryffindor?

—¿Y si no es un alumno gamberro el que la encuentra?

—¡Id a otro con ese cuento! —vociferaba sir Cadogan.

Luego, viendo a Ron y Harry—: ¡Voto a bríos, mis valientes y jóvenes vasallos! ¡Venid a atar a este demente que trata de forzar la entrada!

—Cierra la boca —dijo Ron al llegar junto a Neville.

—He perdido las contraseñas —les confesó Neville abatido—. Le pedí que me dijera las contraseñas de esta sema­na, porque las está cambiando continuamente, y ahora no sé dónde las tengo.

—«Rompetechos» —dijo Harry a sir Cadogan, que pare­cía muy decepcionado y reacio a dejarlos pasar. Hubo mur­mullos repentinos y emocionados cuando todos se dieron la vuelta y rodearon a Harry para admirar su Saeta de Fuego.

—¿Cómo la has conseguido, Harry?

—¿Me dejarás dar una vuelta?

—¿Ya la has probado, Harry?

—Ravenclaw no tiene nada que hacer. Todos van montados en Barredoras 7.

—¡La escoba no define al jugador! —se quejaron muchos jugadores, molestos porque hubiera alguien que pensara que un jugador era mejor o peor dependiendo de su escoba.

—¿Puedo cogerla, Harry?

Después de unos diez minutos en que la Saeta de Fuego fue pasando de mano en mano y admirada desde cada ángu­lo, la multitud se dispersó y Harry y Ron pudieron ver a Her­mione, la única que no había corrido hacia ellos y había se­guido estudiando. Harry y Ron se acercaron a su mesa y la muchacha levantó la vista.

—Me la han devuelto —le dijo Harry sonriendo y levan­tando la Saeta de Fuego.

—¿Lo ves, Hermione? ¡No había nada malo en ella!

—Bueno... Podía haberlo —repuso Hermione—. Por lo menos ahora sabes que es segura.

—Sí, supongo que sí —dijo Harry—. Será mejor que la deje arriba.

—¡Yo la llevaré! —se ofreció Ron con entusiasmo—. Tengo que darle a Scabbers el tónico para ratas.

—Vaya —comentó Ginny burlona—. Que servicial.

Ron le sacó la lengua mientras Harry y Hermione reían.

Cogió la Saeta de Fuego y, sujetándola como si fuera de cristal, la subió hasta el dormitorio de los chicos.

—¿Me puedo sentar? —preguntó Harry a Hermione.

—Supongo que sí —contestó Hermione, retirando un montón de pergaminos que había sobre la silla.

Harry echó un vistazo a la mesa abarrotada, al largo trabajo de Aritmancia, cuya tinta todavía estaba fresca, al todavía más largo trabajo para la asignatura de Estudios Muggles («Explicad por qué los muggles necesitan la electri­cidad») (DN: Porque no tenemos magia :c), y a la traducción rúnica en que Hermione se hallaba enfrascada.

—¿Qué tal lo llevas? —preguntó Harry

—Bien. Ya sabes, trabajando duro —respondió Her­mione. Harry vio que de cerca parecía casi tan agotada como Lupin.

—¿Por qué no dejas un par de asignaturas? —preguntó Harry, viéndola revolver entre libros en busca del dicciona­rio de runas.

—¡No podría! —respondió Hermione escandalizada.

—La Aritmancia parece horrible —observó Harry, co­giendo una tabla de números particularmente abstrusa.

James asintió mientras Lily negaba con la cabeza.

—No, es maravillosa —dijo Hermione con sinceridad—. Es mi asignatura favorita. Es...

Pero Harry no llegó a enterarse de qué tenía de maravi­lloso la Aritmancia. En aquel preciso instante resonó un grito ahogado en la escalera de los chicos. Todos los de la sala común se quedaron en silencio, petrificados, mirando hacia la entrada. Se acercaban unos pasos apresurados que se oían cada vez más fuerte. Y entonces apareció Ron arras­trando una sábana.

—¡MIRA! —gritó, acercándose a zancadas a la mesa de Hermione—. ¡MIRA! —repitió, sacudiendo la sábana delante de su cara.

—¿Qué pasa, Ron?

—¡SCABBERS! ¡MIRA! ¡SCABBERS!

Hermione se apartó de Ron, echándose hacia atrás, muy asombrada. Harry observó la sábana que sostenía Ron. Ha­bía algo rojo en ella. Algo que se parecía mucho a...

—¡SANGRE! —exclamó Ron en medio del silencio—. ¡NO ESTÁ! ¿Y SABES LO QUE HABÍA EN EL SUELO?

—No, no —dijo Hermione con voz temblorosa. Ron tiró algo encima de la traducción rúnica de Hermio­ne. Ella y Harry se inclinaron hacia delante. Sobre las inscripciones extrañas y espigadas había unos pelos de gato, largos y de color canela.

Y Albus dejó de leer.

—Aquí acaba —anunció antes de que nadie pudiera comentar nada sobre Scabbers—. ¿quien leerá el siguiente?

—Yo lo haré —se ofreció Oliver, a quien lo único que le interesaba era saber más sobre la Saeta de Fuego y la primera vez que Harry la montó—. Gryffindor contra Ravenclaw.


Y se acabó por esta semana. El domingo que viene es mi cumple (la indirecta más directa del mundo). Si queréis podéis felicitarme eh, no pienso negarme. Aunque aún tengo esperanzas de hacer como mi amigo Peter y anclarme en esta edad. Los diecisiete son lo mejor. Y no solo porque sea mayor de edad en el mundo mágico...

Esta semana me ha dado por recordar cosas (soy muy de disfrutar de la nostalgia y esas cosas), y bueno, he recordado que, cuando era algo más pequeño, quería abrir un campamento de verano que fuera como Hogwarts. Con varitas con infrarrojos que recibieran hechizos dieran descargas eléctricas, con profesores que diesen la chapa a los alumnos, calderos enormes con diferentes y raros ingredientes y liquidos de colores, y lo mejor de todo, una especie de autos de choque, con forma de escoba, en un campo de quidditch. Sería genial, ¿no creéis? ¿cuantos de vosotros vendríais a pasar el verano a mi campamento de Hogwarts?

En fin, no os hago perder más tiempo con mis tonterías. Hasta la semana que viene (a ver si consigo actualizar todos los lunes).

Bye!


Niños y niñas, avancen hacia adelante 
buscando la esperanza en este abrasador calor.

Recordemos y llevemos a las palabras, 
sus milagrosos encuentros y despedidas.
“Oye, ese mundo salvaje, era tan terrible, que me reí de él.”
Así termina la señal.

-De la canción "Children Record", compuesta por Jin. 

Por si a alguien le interesa: es la primera canción de una saga de canciones llamada "Kagero Project" que cuentan una historia. También tiene varias novelas, un manga, y un anime. La recomiendo altamente (aunque el anime es algo decepcionante, solo recomiendo verlo a quienes ya hayan visto/escuchado/leído todo lo anterior).

PD: Mi canción favorita de la saga es "Lost Time Memory". La dejo aquí por si a alguien le da por escucharla, pero hey, es una canción hecha con vocaloid, si alguien no sabe lo que es, puede buscarlo en google, que para eso existe.


PD2: ¿Tiene algo de malo que alguien intente expandir lo que le gusta por el mundo?



22 comentarios :

  1. Hey soy la primera! Dait me encanto este capitulo especialmente el principio con Hermione y Ron ¡¡Son la mejor pareja del mundo!!!! quedan demasiado bien juntos y son demasiado tiernos y mi segunda favorita es Ginny Y Harry, son muy cuchis y cada ves que los veo me recuerdo de la pequela niña pelirroja llorando en el anden 9 y 3/4 por que se iba a quedar sola, A ti te gustan esas parejas? y si no Cual es tu favorita?.

    Yo quiero el campamento Harry Potter!!!! Seria super cool y habria cervesa de mantequilla!, Me encanta tu imaginacion de niño

    Sigue actualizando. Me encanta tu fic!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola!!! Me encanto el cap, literalmente me he asfixiado de la risa al leer la frase de James: Mi hijo es mucho mas hábil que tu, Canuto, admiralo y arrodillate ante el, jajajajaj, yo a mis hijos los obligare si es necesario a leer los libros de Harry Potter, y haré que mis amigos se arrodillen ante ellos, jajjajajaj Bueno, algo mas...
    FELIZ CUMPLEAÑOS!!! Te lo digo adelantadamente porque muy probablemente me olvide el domingo, así que buee, espero que tengas la suerte que yo no tuve, de que te den un giratiempo, una capa como la de invisibilidad, una escoba como la saeta de fuego, y que tengas la suerte de ir a Orlando, y si ya has ido, pues envidio tu p*uta suerte jajaja mis comentarios tan dulces...
    Una pregunta ¿En que casa de Hogwarts te gustaría estar? Nos leemos!!!

    ResponderEliminar
  3. Hola, lo de la edad de James y Lily, no hagas polemica solo pense que los traias del septimo año o algo asi, lapsus mental, y no me importa que parejas de 21 hagan eso...es cierto lo de los libros yo por lo general los leo en español de españa y a la hora de leer fics los tienen diferente y es muy interesante, ya me acorde quien es sally, de echo lei el capitulo despues de mandar el review , chica muy tipica, no se como la olvide, HEY feliz cumpleaños adelantado, solo 17? ya puedes hacer magia libremente!!! si no fueras muggle, lo siento por ti, pense que eras mas viejo perdon, no puedo creer que cumplas en abril, el mes de las personas meramente geniales, sip esa fue una indirecta, yo cumplo el 9, osea mañana, interesante no, no puedo creer que tenga solo un año menos que mi escritor de fics favorito, woah lo que son las cosas,
    Campamento Hp WUJU seria de locos, me uniria si no tuviera que atravezar el atlantico...
    me encanta este cap ya deseo leer que cara ponen cuando harry logre hacer un patronus comporeo *-* y se lo tire a malfoy buajaja, me encantan los momentos de debilidad de snape, casi parece un profesor normal, ron es tan cosi con hermione, esa sally se merece estar sola por perra ¬¬ me muero por ginny y harry ya quiero que se junten, o que por lo menos alguno de los dos se de cuenta de su futuro, sirius y su genialosidad jajaja, deseo que Harry lea seria muy chachi
    YA LE DIERON LA ESCOBA ^^ espero con ansias el siguiente cap, amo la manera en que sirius enreda las cosas para verse involucrado en alguna herencia de genialosidad de harry jajaja poobre perrito

    bueno hasta la proxima feliz domingo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. con algo de adelanto, ¡ FELIZ CUMPLEAÑOS!. Te ha quedado muy bien este capitulo.

      Eliminar
  4. Me encantó el capítulo y muero por leer el siguiente, el prisionero de Azkaban siempre fue uno de mis libros favoritos de la saga :)
    Feliz Cumple por adelantado, Ojalá pases un día fantástico!
    Yo definitivamente iría al campamento de Hogwarts, sería como un sueño echo realidad *-*

    ResponderEliminar
  5. Ya tengo ganas de leer el siguiente capitulo, Deliz cumpleaños.

    Un gran saludo.

    ResponderEliminar
  6. AAHH!!!! QUE PADRE!! ME HA GUSTADO MUCHO TU CAPITULO!!1 POR FAVOR!!! ESPERO CON ANSIAS EL PROXIMO CAPITULO!!!!!! ESPERO QUE NO TARDES MUCHO....

    PD: FELICIDADES POR TU CUMPLEAÑOS......... :)

    PD: PD:Espero con muchas ansias los proximos capitulos.... ojala puduieras subir dos capitulos de un solo jalon pero bueno, a veces no se puede..... se vale soñar :)

    ResponderEliminar
  7. Oyeeeee, sí que te está cundiendo la cosa. Muy bien por ti, que no pierdes el hábito de escribir, y bien por nosotros que seguimos inspirados en el hábito de leer.

    Felicidades de antemano y disfruta de los añitos, que ahora mismo viendo los que cumples no se pueden llamar ni años.

    Veremos lo que nos depara el siguiente capítulo, estaré atenta. Besos

    SON

    ResponderEliminar
  8. Hola!
    Feliz Cumpleaños! :D
    Me ha encantado el capitulo... Esperare el siguiente...
    Ron y Hermione son taaaan dulces....
    Atte: Black_Rose
    PD: Te felicito ahora porque el domingo estaré muy ocupada :,v
    PD2: Me gusta leer las versiones de otros países porque es interesante xD

    ResponderEliminar
  9. ¡Hola Dait! ¡Muchas Felicidades (atrasado)! Ya puedes hacer magia libremente (a no ser que seas muggle o squib)... Espero que hayas comido muchos chocolates y espero que me invites algunas si es que te sobra ^.^
    ¡Yay, en abril cumplen los sexys! Yo tambien cumple en este maravilloso mes, el 23, asi que espero un capi de regalo... es broma xD
    Como siempre amé el capítulo y me mató de la risa cuando James le dijo a Canuto "arrodílate frente a Harry"... o algo así xD...
    Sobre las otras versiones de libros ya estoy acostumbrada... ¿De qué editorial son tus libros? Los míos son de Salamandra y el primero de la editorial Emecé...
    Bueeno no creo que estés más loco que yo pero estás cerca (si quieres puedes considerarlo algo bueno o malo)
    Creo que me fui por las nubes. Bye Bye

    Pd: tengo hambre, quiero chocolate. ¿Qué fue lo último que comiste?

    ResponderEliminar
  10. Felicidades Dait! Buenísimos los capítulos, los esperaba desde hace mucho, gracias por volver a actualizar. Eres un crack, tuve que releerme casi entero tu fic porque ni me acordaba de lo que había pasado, pero fue divertido. Pásatelo bien en tu cumple!
    P.D. Cuál sería el regalo más guay para ti? El mío la espada láser de Obi Wan Kenobi.

    ResponderEliminar
  11. Hey! Feliz cumpleaños!! :D qué cosas, justo pude leer el capítulo hoy que es tu cumple xD esta semana ha sido estresante pero meh, ahora tengo una camiseta de las reliquias de la muerte y soy feliz =w= la verdad es que lo de las versiones diferentes también me da curiosidad... yo he leído fanfics como este basados en las traducciones de otros países y no me ha molestado, al principio se me hizo un poco raro pero enseguida te acostumbras. No sé, es agradable ver las diferentes versiones ^^
    LaurieAngel

    ResponderEliminar
  12. Bueno, muy buenos días. Sinceramente se me hace muy raro escribir esto pero realmente tengo que dejar un comentario, por muy vaga que sea. Ahí va una tontería que muy probablemente no te interese pero que voy a decir (o escribir) igualmente:

    Érase una vez yo en mi casa aburrida mirando fics de este tipo, en plan "Harry Potter lee los libros". Voy yo tan tranquila y de repente y sopetón me encuentro con el tuyo, el primero, todo terminadito. Me lo leí todo de cabo a rabo y déjame decirte que me ENCANTÓ. DE VERDAD. Probablemente se deba a que a mí me encantan este tipo de fics, y es realmente frustrante que el 80% de las veces te encuentres con esto:

    "Es una mañana en el GC (ya son vagos, ¿¿¿que hostias les cuesta escribir Gran Comedor???) en el quinto curso de Harry. Ahí va, mira un par de tíos del futuro que han entrado por la puerta como si nada traen siete libros, wiiii, vamos a leeeeer!!!! Oh, espera, ¿y esos quiénes son? Hay, mira que bonito, si son mis padres, y los de Neville, y la vecina de al lado que también la palmó, todos están vivos por la magia de los unicornios!
    - en medio del primer capítulo Harry se gira hacia Ginny y súbitamente y sin razón descubre que es el amor de su vida - Oh Ginny, es evidente que estoy enamorado de tí, vamos ser novios, casarnos, y a fabricar niños! Harry, yo también te amo, por supuesto quiero ser tu novia - primer beso que SIEMPRE es "tímido, puesto que era la primera vez para ambos" seguido de escena xxx." Y HASTA AHÍ EL FIC. Dos o tres capítulos más mientras juntan a todas las parejas y describen a Cho como una zorra guarra y punto final, fic abandonado.

    No quiero criticar a las autoras puesto que yo misma me he leído fics como esos y algunos me han gustado, pero vamos a ser realistas.

    Así que, evidentemente, cuándo vi que el tuyo encima de estar tan bien echo también habías escrito el segundo libro y parte del tercero me ilusioné, empezé a gritar de alegría mentalmente y a leer sin parar. Y luego llegue a la parte de tu nota depresiva (al menos para mí, me deprimí bastante) y empezé a revivir mis más traumáticas experiencias en fanfiction. Como soy una vaga integral no comenté. En serio, es realmente raro que comente un fic - cuando termino uno puede que me haya encantado pero me da palo. Pero ahora el otro día vi de repente que habías actualizado en fanfiction y me dió un subidón de alegría, salí de mi Azkaban mental y renací, fue como volver a vivir...

    Bueno vale no fue así, no soy tan dramática. O puede que sí. La cuestión es, después de haberte pegado este tochón ABURRIDÍSIMO, opino que tu fic es lhagwmsfoawrhlhowrmaeroarlwm. Me cuesta bastante describirlo de lo chulo que es, aunque también añadiría que es aarwojgñwagnaw4. Si realmente te has leído el parrafazo, gracias!!! Si no, no importa, sobreviviré.

    Y antes de marcharme, por favor respóndeme una duda que me está matando por dentro.
    - ERES UN CHICO?
    Que conste; estoy 99% segura de que SÍ; el 1% restante es el beneficio de la duda.
    Si resulta que SOY TONTA Y LO INTERPRETO TODO MAL, y resulta que NO LO ERES, no hay problema y perdona por la pregunta. Si resulta que SÍ LO ERES, felicidades!!!! Acabas de entrar a formar parte del selecto grupo de los únicos cuatro escritorES que me he encontrado por el mundo de los fanfics.

    Sólo me queda pedirte que sigas escribiéndo, que lo haces genial. Prometo dejar reviews a partir de ahora, y prometo que si te fastidia serán más cortos. Y sobretodo, MUCHÍSIMAS FELICIDADES!!!!!! HAPPY BIRTHAY TO YOU!!!!!

    Queen of Spades

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Soy imbécil, acabo de darme cuenta que he escrito "BIRTHAY". La D esta era antipática y me la he comido.
      HAPPY BIRTHDAY TO YOU!!!!!! (ahora sí)

      Eliminar
  13. ei dait!!!
    hola!!!
    primero k nada... feliz cumpleaños!! eres un año mas viejo yeah!
    kasi nunka comento, d vdd k es muy raro pro estoy como Queen of Spades.
    crei k no volverias a publikar y lo dejarias como muxos otros pro veo k dices k trataras d publikar cada lunes y yo asi me ultramegaemocione!! *^O^*
    cheke y vi k solo te faltan como 10 capitulos para trminar el tercer libro y t juro k si haces el de el caliz de fuego o mejor aun si terminas el d la orden del
    feniz. .. te amare !! apesar d k me kase o me junte siempre estare asi d ... oh mi dios!! amo a dait ! hahaha estoy lokis.
    es k enserio nunkaaaa e vizto k lean esos libros o solo uno pro le agregaron k harry tenia hermana o ke sirius tambien y odio eso ! deberian dejar la historia asi con su esencia pro buenoo.. igual no critico xk son excelentes historias pro sta bien...
    ya me fui d largo.. te dejo.. una vez mas. felicidadez! y ojala k no t vuelvan a kastigar aunk si. primero tu escuela y salud.
    una vez intente hacer un fancfic pro si roba muxo tiempo x eso como k t admiro *-* jejeje
    adioos... ^°^
    PD: tambn soy fan d percy jackson
    PD2: tu nombre d vdd es dait?? no se si ya lo habras puesto :p

    ResponderEliminar
  14. feliz feliz cumpleaños
    mucha diversión
    te hare una gran fiesta
    y te divertirás
    con tus amigos bailaras
    y como una rana saltaras
    y con MUCHO PASTEEEEEL

    ResponderEliminar
  15. Brillante, como siempre, feliz cumple adelantado

    ResponderEliminar
  16. Feliz cumpleaños!
    Mira tu debo tener lo de Gryffindor para por fin aparecer por aquí
    Primero tu desapareces de la faz de fanfiction.
    Luego me doy a lo que llamo exilio literario y desaparezco
    Pero leo un capítulo del 3er libro y en un par de días llego hasta aquí
    Pues nada como me alegra que sigas mejorando tu escritura y seas tan loco como siempre xD
    Y claro el adorable empeño de poner bueno a Malfoy que siempre te he criticado que me hace vomitar arcoiris.
    Ya? Alguna idea de quien soy? Tal vez permanezca en anonimato solo para divertirme.
    Nah, es el cumpleaños del chico, y como no le enviare un regalo este año (mi lechuza se tomo unas vacaciones misteriosamente largas, no pienses que mi reloj mágico me avisó tarde, y llegue a Gringotts justo cuando cerraban y me quede vagando por el callejon Diagon pensando sobre las desventajas de hacer todo a última hora) definitivamente no paso xD
    Te ahorrare las dudas.
    Después de felicitarte: Feliz cumpleaños!
    Y despues de pedirte que actualices: Actualizaaaa
    Hablando sobre el dicho mejor tarde que nunca, hay que destacar que a veces exagero las cosas ...
    Atte. Disabel

    ResponderEliminar
  17. Ha sido muy buen capitulo; la verdad me alegro de que sigas con la historia, siempre dije que era muy buena e interesante.

    ResponderEliminar
  18. Hola:
    Me has sacado de mi mundo de lectora silenciosa. me encanta tu fanfic y la creatividad que demuestras en cada capitulo. Debo decirte que soy una total fanática de los libros de Harry Potter y es genial ver como reacciona cada personaje al leer ellos la historia. Me he vuelto una fanática total de tu historia y me la he leído unas 3 veces ya, la primera vez me leí los dos primeros libros en 4 días.

    Por cierto FELIZ CUMPLEAÑOS!!!! y que esta nueva vuelta al sol te traiga muchas historias más por leer.

    Saludos desde Guatemala.

    Erica

    ResponderEliminar
  19. hola
    es la primera vez que te escribo pero es que recién hace 5 días encontré tu fic. me gusta mucho nunca lo dejes porfass
    jajajja bueno feliz cumpleaños atrasado

    ResponderEliminar